¿Cuántas veces hemos escuchado de empresas familiares que deben venderse por la pugna de fracciones de la familia por tomar el control, o hijos que quieren trabajar en el negocio sin tener las competencias adecuadas, o exigen trato preferencial generando malestar en los demás trabajadores?  

Entonces, en adición a las potencialidades y riesgos que enfrenta toda empresa, la empresa familiar enfrenta potencialidades y debilidades que nacen de la presencia de la familia.

En Perú, en adición a las fortalezas que agrega la presencia de familias con valores sólidos y muy trabajadoras que sueñan con hacer crecer sus empresas, las empresas familiares enfrentan debilidades que se acrecientan por la falta de orden interno en las familias, debilidades en las que hay que trabajar para garantizar su sostenibilidad en el tiempo.